16.2.11

Asumí que renunciar, no es más que escoger,
equivocarme es una buena forma de aprender.
Que si sigo al corazón no tengo nada que perder,
y a cada paso, surge otra oportunidad.
Y ahora ya ves, no soy quien fui,
aquella triste y temerosa persona de ayer,
he renacido para todo, tengo ganas de vivir,
ahora guardo mi energía para aquel que crea en mí.
No perderé ni un día más en lamentarme,
o en sentarme a descansar,
y cada paso, me permitirá avanzar,
hacia el futuro, con confianza y libertad..

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